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miércoles, 1 de junio de 2016
La Metodología
Montessori comenzó en
Italia y es tanto un
método como una filosofía de
la educación.
Fue desarrollada por la Doctora María Montessori, a partir de sus
experiencias con niños en riesgo social. Basó sus ideas en el respeto
hacia los
niños
y en su impresionante capacidad de aprender.
Los consideraba
como la esperanza de
la humanidad, por lo que
dándoles
la
oportunidad de
utilizar la libertad a partir de los primeros años de desarrollo, el
niño llegaría a ser un adulto con capacidad de hacer frente a los
problemas de la vida, incluyendo los más grandes de todos, la guerra y
la paz.
El material didáctico que diseñó es de gran
ayuda en el período de formación preescolar.
Es difícil actualmente comprender el impacto que
tuvo Maria Montessori en la renovación de los métodos pedagógicos a
principios del siglo XX, pues la mayoría de sus ideas hoy parecen
evidentes e incluso demasiado simples. Pero en su momento fueron
innovaciones radicales, que levantaron gran controversia especialmente
entre los sectores más conservadores.
«El niño, con su enorme potencial físico e
intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser
transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en
niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar
verdaderamente el presente y futuro de la sociedad. Tenemos que tener
claro, eso sí, que el desarrollo del potencial humano no está
determinado por nosotros. Solo podemos servir
al desarrollo del niño, pues este se realiza en un espacio en el que hay
leyes que rigen el funcionamiento de cada ser humano y cada desarrollo
tiene que estar en armonía con todo el mundo que nos rodea y con todo el
universo». Maria
Montessori
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La
mente absorbente de los niños
La mente de los niños
posee una capacidad maravillosa y única: la capacidad de adquirir
conocimientos absorbiendo con su vida síquica. Lo aprenden todo
inconscientemente, pasando poco a poco del inconsciente a la conciencia,
avanzando por un sendero en que todo es alegría.
Se les
compara con una esponja, con la diferencia que la esponja tiene una
capacidad de absorción limitada, la mente del niño es infinita.
El saber entra
en su cabeza por el simple hecho de vivir.
Se comprende así que
el primer período del desarrollo humano es el más importante. Es la
etapa de la vida en la cual hay más necesidad de una ayuda, una ayuda
que se hace no porque se le considere un ser insignificante y débil,
sino porque está dotado de grandes energías creativas, de naturaleza tan
frágil que exigen, para no ser menguadas y heridas, una defensa amorosa
e inteligente.
Los períodos
sensibles
Los períodos sensibles
son períodos en los cuales los niños pueden adquirir una habilidad con
mucha facilidad. Se trata de sensibilidades especiales
que permiten
a
los
niños
ponerse en relación con el mundo externo de un modo excepcionalmente
intenso,
son pasajeras y se
limitan a la adquisición de un determinado carácter.
El ambiente
preparado
Se refiere a un
ambiente que se ha organizado cuidadosamente para el niño, diseñado para
fomentar su
auto-aprendizaje y
crecimiento. En él se
desarrollan los aspectos
sociales,
emocionales
e intelectuales y responden a
la necesidades
de orden y seguridad.
Las características de este Ambiente Preparado le permiten al niño
desarrollarse sin la asistencia y supervisión constante de un adulto.
El diseño de estos
ambientes se basa en los principios de simplicidad, belleza y orden. Son
espacios luminosos y
cálidos,
que incluyen
lenguaje, plantas, arte, música y libros.
El salón es organizado
en áreas de trabajo, equipadas con mesas adaptadas al tamaño de los
niños y áreas abiertas para el trabajo en el
suelo.
Estanterías
con materiales
pertenecientes a dicha área de desarrollo rodean cada uno de estos
sectores. Los materiales son organizados de manera sistemática y en
secuencia de dificultad.
El
Rol del Adulto
El rol del adulto en
la Filosofía Montessori es guiar al niño y darle a conocer el ambiente
en forma respetuosa y cariñosa. Ser un observador consciente y estar en
continuo aprendizaje y desarrollo personal.
El verdadero educador
está al servicio del educando y, por lo tanto, debe cultivar la
humildad, para caminar junto al niño, aprender de él y juntos formar
comunidad.
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El nivel y tipo de
inteligencia se conforman fundamentalmente durante los primeros años de
vida. A los 5 años, el cerebro alcanza el 80% de su tamaño adulto. La
plasticidad de los niños muestra que la educación de las potencialidades
debe ser explotada comenzando tempranamente.
Los conocimientos no
deben ser introducidos dentro de la cabeza de los niños. Por el
contrario, mediante la información existente los conocimientos deben ser
percibidos por ellos como consecuencia de sus razonamientos.
Lo más importante es
motivar a los niños a aprender con gusto y permitirles satisfacer la
curiosidad y experimentar el placer de descubrir ideas propias en lugar
de recibir los conocimientos de los demás.
Permitir que el niño
encuentre la solución de los problemas. A menos que sea muy necesario,
no aportar desde afuera nuevos conocimientos. Permitir que sean ellos
los que construyan en base a sus experiencias concretas.
Con respecto a la
competencia, este comportamiento debía ser introducido solo después de
que el niño tuviera confianza en el uso de los conocimientos básicos.
Entre sus escritos aparece: «Nunca
hay que dejar que el niño se arriesgue a fracasar hasta que tenga una
oportunidad razonable de triunfar».
Consideraba
no se podían crear genios pero sí, darle a cada individuo la oportunidad
de satisfacer sus potencialidades para que sea un ser humano
independiente, seguro y equilibrado.
Otro de sus conceptos
innovadores fue que cada niño marca su propio paso o velocidad para
aprender y esos tiempos hay que respetarlos.
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Montessori
descubrió
los trabajos de dos
médicos franceses,
Jean Itard
(1774- 1838),
padre de la
nueva pedagogía, que establece la importancia de la observación en los
niños y entiende que a los niños no se les puede imponer nada, creó
ejercicios y materiales para ayudar al niño a desarrollar sus
facultades, estudió al niño
salvaje de L'Aveyron,
y de
Eduardo Séguin
(1812- 1880),
que buscaba
las causas de las deficiencias mentales, desarrolló material especial
partiendo de la intuición de que cualquier cosa que llega a la mente
pasa por los sentidos, y estos con el uso adecuado de ciertos materiales
se pueden refinar y desarrollar para que el niño se ayude a sí mismo:
auto-educación, auto-desarrollo.
Séguin creía
que la deficiencia mental era un problema en la captación de la
información de los sentidos por la mente. Demostró que el uso de estos
materiales no era suficiente, sino que hace falta la convicción de que
el niño deficiente puede ser ayudado. Al morir Séguin, su labor quedó
abandonada.
Conoció también
los trabajos de
Pestalozzi
(1746- 1827), pedagogo suizo,
que hacía
énfasis en la preparación del maestro que primero debe lograr un cambio
en su persona y debe tener amor a su trabajo. También debe haber amor
entre el niño y el maestro.
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María Montessori
elaboró un material didáctico específico que constituye el eje
fundamental para el desarrollo e implantación de su método.
No es un simple
pasatiempo, ni una sencilla fuente de información, es más que eso, es
material didáctico para enseñar. Están ideados a fin de captar la
curiosidad del niño, guiarlo por el deseo de aprender. Para conseguir
esta meta han de presentarse agrupados, según su función, de acuerdo con
las necesidades innatas de cada alumno.
Estos materiales
didácticos pueden ser utilizados individualmente o en grupos para
participar en la narración de cuentos, conversaciones, discusiones,
esfuerzos de trabajo cooperativo, canto, juegos al aire libre y
actividades lúdicas libres. De esta forma asegura la comunicación, el
intercambio de ideas, el aprendizaje de la cultura, la ética y la moral.
En general todos los
materiales didácticos poseen un grado más o menos elaborado de los
cuatro valores: funcional, experimental, de estructuración y de
relación.
Otra característica es
que casi todo el equipo es autocorrectivo, de manera que ninguna tarea
puede completarse incorrectamente sin que el niño se dé cuenta de ello
por sí mismo. Una tarea realizada incorrectamente encontrará espacios
vacíos o piezas que le sobren.
El niño realiza cosas
por sí mismo, los dispositivos simples, y observa las cosas que crecen
(plantas, animales), abren su mente a la ciencia. Los colores, la
pintura, papeles de diferentes
texturas,
objetos multiformes
y las figuras geométricas de tres dimensiones las incitan a la expresión
creativa.
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El papel de los
maestros
es el de enseñar a cada niño
o niña de forma individual. Lo más
destacado es que no impone lecciones a nadie, su labor se basa en guiar
y ayudar a cada niño de acuerdo a sus necesidades, y no podrá
intervenir hasta que ellos
lo requieran,
para dirigir su actividad psíquica.
María Montessori llama a la maestra,
directora, que ha de
estar preparada internamente (espiritualmente), y externamente
(metodológicamente). Ha de organizar el ambiente en forma indirecta para
ayudar a los niños a desarrollar una
«mente estructurada».
Los niños
esta llenos de posibilidades,
pero quienes se encargan
de mostrar el camino que permita su desarrollo es el
«director,
directora», que ha de creer en la capacidad de cada niño respetando
los distintos ritmos de desarrollo. Esto permite integrar en un mismo
grupo a niños deficientes con
el resto, y a estos con los que tienen
un nivel superior.
La idea de Montessori es que
al
niño hay que trasmitirle
el sentimiento de ser capaz
de actuar sin depender
constantemente del adulto,
para que con el tiempo sean curiosos y creativos, y aprendan a pensar
por sí mismos.
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Italia. 2007
Dirigida por Gianluca Maria Tavarelli
Producida como miniserie de TV por Taodue Film
Intérpretes:
Paola
Cortellesi, Massimo Poggio, Gianmarco Tognazzi, Lisa Gastoni
Sinopsis:
La miniserie recorre la vida de María Montessori, la gran pedagoga y
educadora italiana, que profundiza en su vida privada: su amor por el
psiquiatra y profesor suyo
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El método Montessori (1912)
Antropología pedagógica (1913)
Método avanzado Montessori (2 vols., 1917)
El niño en la Iglesia (1929)
La Misa explicada a los niños (1932)
Paz y Educación (1934)
El secreto de la infancia (1936).
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miércoles, 20 de abril de 2016
Escuela Nueva
¿Qué es la Escuela Nueva?
El termino Escuela Nueva se refiere a todo un conjunto de principios que surgen a finales del siglo XIX y se consolidan en el primer tercio del siglo XX como alternativa a la enseñanza tradicional. Estos principios derivaron generalmente de una nueva comprensión de las necesidades de la infancia. La Escuela Nueva se plantea un modelo didáctico y educativo completamente diferente a la tradicional: va a convertir al niño en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje, lo que se ha denominado paidocentrismo, mientras que el profesor dejará de ser el punto de referencia fundamental, magistrocentrismo para convertirse en un dinamizador de la vida en el aula, al servicio de los intereses y necesidades de los alumnos.Antecedentes Cuatro educadores son considerados precursores del movimiento de Escuela Nueva: Jean-Jacques Rousseau, Pestalozzi, Froebel y Herbart.
Estos pedagogos pusieron las bases teóricas de la educación contemporánea que, en buena parte, sigue vigente en la actualidad. Sus herederos, y muy especialmente el movimiento de Escuela Nueva, reconocerán en todo momento la autoridad de dichas figuras pedagógicas como el sustento de su teoría y praxis educativas.
El gran hallazgo de Rousseau (1712-1778) fue entender al niño como sustancialmente distinto del adulto y sujeto a sus propias leyes de evolución, plantea una nueva pedagogía y una nueva filosofía de la educación basadas en los intereses y necesidades del niño y en el desarrollo natural en libertad.
Froebel (1782-1849) se apoya en las teorías naturalistas de Rousseau y en la experiencia práctica de Pestalozzi para diseñar un acabado plan de formación aplicado a la educación parvulista (preescolar). Froebel se muestra contrario a la división artificial por materias y diseña un método integral de enseñanza-aprendizaje más relacionado con la realidad de las cosas. Concibe que la educación debe respetar el libre desarrollo de las capacidades de cada educando, como si se tratara de las plantas de un jardín, de ahí el nombre genérico de sus instituciones Kindergarten o jardín de niños. El maestro debe tener esencialmente una función orientadora y estimuladora apoyándose en el juego. Además de los juegos, Froebel propone la música, el dibujo, la conversación, el modelado y el uso de materiales específicos creados para la educación de las manos, los dones, que son objetos destinados a enseñar al alumno en la primera infancia la forma, el color, el movimiento y la materia.
Johan Friedrich Herbat (1782-1852) ha pasado a la historia de la Pedagogía por ser el primero que elabora una pedagogía científica, apoyándose en la filosofía y la psicología. En su planteamiento pedagógico, considera que el fin último es la moralidad y toda la educación debe apuntar en ese sentido. En el ámbito didáctico desarrolla la teoría de los pasos formales, utilizada posteriormente por las corrientes educativas más avanzadas.
Características
Los nuevos pedagogos denuncian las
desventajas de la educación tradicional: pasividad, la educación
centrada en el programa y en el profesor, superficialidad,
enciclopedismo, verbalismo.
Se basa en la psicología del desarrollo infantil, y se impuso como obligación tratar a cada alumno según sus aptitudes .
Postula como principio de que la infancia y la juventud son edades de
la vida que se rigen por leyes propias distintas a las necesidades del
adulto. No hay aprendizaje efectivo que no parta de alguna necesidad o interés del alumno , ese interés debe ser considerado como el punto de partida para la educación.
La relación maestro-alumno sufre una
transformación en la Escuela Nueva. La relación de poder-sumisión propia
de la Escuela Tradicional se sustituye por una relación de afecto y camaradería .
Es más importante la forma de conducirse del maestro que la palabra. El
maestro se convierte en un auxiliar del libre y espontáneo desarrollo
del alumno. La autodisciplina es muy importante en esta nueva relación,
el maestro cede el poder a sus alumnos para colocarlos en posición
funcional de autogobierno que los lleve a comprender la necesidad de
elaborar y observar reglas. No son impuestas desde el exterior, sino que
son reglas que han salido del grupo como expresión de la voluntad
general.
La educación se entiende como un proceso para desarrollar cualidades creadoras en el alumno.
Si hay un cambio en los contenidos, también debe darse un cambio en la forma de transmitirlos. Se introducen una serie de actividades libres para desarrollar la imaginación, el espíritu de iniciativa, y la creatividad .
No se trata sólo de que el estudiante asimile lo conocido sino que se
inicie en el proceso de conocer a través de la búsqueda, de la
investigación, respetando su individualidad. Esto hace necesario tener
un conocimiento más a fondo de la inteligencia, el lenguaje, la lógica,
la atención, la comprensión, la memoria, la invención, la visión, la
audición, y la destreza manual de cada alumno, para tratar a cada uno según sus aptitudes . Se prepara al futuro ciudadano para ser un hombre consciente de la dignidad de todo ser humano.
En el movimiento de la Escuela Nueva subyacen
diversas teorías pedagógicas conocidas como contra
autoritarias, autogestionarias, y libertarias. Su característica
definitoria es el deseo de educar en libertad y para la libertad.
Principales aportes a la Escuela Nueva
En tanto movimiento amplio, complejo y contradictorio, la Escuela
Nueva se constituyó con múltiples y variadas aportaciones de
experiencias y autores de diferentes países que, para decirlo con el
esquema utilizado por Cousinet (1959), corresponden a tres
corrientes: la mística, la científica y la filosófica. De éstas se
considera que la primera es la más fuerte y se encuentra a lo largo
de la historia de la educación nueva, y se remonta a Rousseau a quien
se reconoce como el gran inspirador de ese movimiento, no obstante
que se habla, asimismo, de precursores de los apóstoles de la nueva
pedagogía desde la antigüedad, como Sócrates, Platón, San Agustín y
Montaigne (Foulquié, 1968), entre otros.
Los
planteamientos del ginebrino Juan Jacobo Rousseau (1712-1778) en su
obra Emilio, acerca de la infancia, al decir que ésta no es en modo
alguno una simple vía de acceso o de preparación para la vida adulta,
sino que es un estado indispensable –es el estado de la naturaleza,
considerado perfecto–, con un valor en sí, con su propio fin, son
asumidos en Rusia por León Tolstoi (1828-1910), a quien se menciona como
uno de los precursores de la Escuela Nueva desde el punto de vista
de la comprensión social de la institución escolar, y se tiene como
uno de los más fervientes discípulos y continuador de la mística
rousoniana, según la cual la perfección y la naturaleza son una sola y
misma cosa (Cousinet, 1959)
Tales
nociones de Rousseau acerca de la educación –de manera particular
sobre la “educación negativa”, vista como la resultancia del libre
ejercicio de las capacidades infantiles y su desarrollo– en una
perspectiva que trasciende el ámbito escolar, si bien no estaban
rigurosamente definidas en su obra, fueron profundizadas posteriormente
en las elaboraciones aún no del todo bien sistematizadas de pedagogos
como Juan Enrique Pestalozzi (1746-1827) –de origen suizo- quien
destacaba, en contra de la enseñanza libresca, el valor de la
experiencia directa, y sostenía la necesidad de que la educación se
apoyara en los conocimientos de la psicología; y Federico Froebel
(1782-1852) –de origen alemán y creador del primer jardín de
infancia, el conocido Kindergarten– quien resaltó el valor educativo
de las actividades de entretenimiento, y, al igual que Pestalozzi,
veía en el niño a un ser activo, en proceso continuo de desarrollo.
En
consonancia con el principio de que la vida natural –en el campo,
alejada de las ciudades– es necesaria para el desarrollo libre de la
infancia, aparecen las primeras escuelas nuevas propiamente dichas en
distintos países de Europa, las cuales constituían pensionados
privados, por lo regular reducidos y ubicados en el campo, que
ordinariamente facilitaban la enseñanza media o una enseñanza
equivalente a ésta. Así, en Inglaterra, en Abbotsholme, Cecil Reddie
fundó en 1889 la primera New-School, y en 1892 John Haden Badley
estableció en Sussex la escuela de Bedales. Asimismo, en Francia, es
de señalar la escuela de las Rocas, puesta en marcha por Edmond
Demolins en el año 1899; y en Alemania, cabe mencionar el hogar de
educación en el campo, fundado en 1898 por Hermann Lietz, y asimismo,
las tentativas en varias ciudades de este país, en Hamburgo, entre
ellas, de transformar varios establecimientos educativos en
repúblicas o comunidades escolares libres, después del año 1918.
Puede
afirmarse, de acuerdo con Gal (1978), que todas esas experiencias
eran aisladas y “...respondían a preocupaciones o a inspiraciones
individuales dependientes del carácter o de la sensibilidad particular
de sus autores” (p. 30). Posteriormente surgen iniciativas que se
inscriben en lo que el autor antes mencionado llama la era de las
técnicas y de los sistemas. Como parte de ésta pueden considerarse
los aportes hechos a la Escuela Nueva por María Montessori, Ovide
Decroly, John Dewey, Georg Kerschensteiner, Edouard Claparède,
Adolphe Ferrière, Roger Cousinet y Célestin Freinet, entre otros,
quienes “... basados en observaciones más largas y seguras,
intentaron establecer sistemas educativos completos, asentados en
técnicas y métodos concretos e incluso en concepciones más estudiadas
del hombre y los fines educativos llevados a cabo” (Gal, 1978, p.
36).
El
amor y respeto por la infancia también se expresaron con elevado
grado de preocupación en los planteamientos y las experiencias de la
italiana María Montessori (1870-1952) y del belga Ovide Decroly
(1871-1932) en los primeros años del siglo XX, quienes tuvieron en común
el hecho de que sus métodos “Nacieron de la observación de niños
anormales y fueron elaborados por médicos especializados en el
estudio de la educación; ambos surgieron en países latinos y se
desarrollaron, a decir verdad, en la misma época” (Filho,1964, p.
193). Además, “ambos aplicaron a la educación de los niños normales
la experiencia que con los niños anormales habían adquirido”
(Foulquié, 1968, p. 42) No obstante, es de hacer notar que mientras
Montessori se apoyó en un sistema de autoeducación, privilegió el
método analítico y recurrió más al uso de materiales artificiales o
más o menos abstractos en la enseñanza, Decroly colocó el énfasis en
la función de globalización y reivindicó la elección de temas de
interés vital –los llamados centros de interés– al darle mayor
importancia al contacto del niño con objetos concretos en toda su
complejidad.
También
la Escuela Nueva se nutrió del significado de la máxima
representativa “aprender haciendo” de los planteamientos de la
corriente filosófica del norteamericano John Dewey (1859-1952), quien
en una de sus obras, con base en la concepción de la educación como
una constante reorganización o reconstrucción de la experiencia,
destacaba, entre otros aspectos, la importancia del interés como fuerza
impulsora en la educación, el valor de ésta en una sociedad
democrática, y sostenía (Dewey, 1995) que:
La infancia, la juventud y la vida adulta se hallan todas en el mismo nivel educativo, en el sentido de que lo que realmente se aprende en todos y cada uno de los estadios de la experiencia constituye el valor de esa experiencia, y en el sentido de que la función principal de la vida en cada punto es hacer que el vivir así contribuya a un enriquecimiento de su propio sentido perceptible (pp. 73-74)
Además
de Dewey en Estados Unidos, hay que mencionar también a uno de sus
discípulos, el pedagogo William Kilpatrick (1871-1965), sobre todo en
lo que respecta a sus ideas acerca del método de los proyectos en el
trabajo escolar, en las cuales resaltaba el aspecto cooperativo y
social de la educación en una actividad dirigida intencionalmente a
alcanzar objetivos considerados importantes y válidos por los alumnos
antes que por los profesores.
Otras
contribuciones muy importantes son las del pedagogo alemán Georg
Kerschensteiner (1854-1932), con sus planteamientos sobre la escuela del
trabajo para formar ciudadanos cuyo desempeño beneficiara directa o
indirectamente al Estado nacional. Asimismo, no podemos dejar de
señalar los aportes del suizo Edouard Claparède (1873-1940), a quien
se le atribuye un gran peso en el progreso efectivo de las bases
científicas de la nueva educación, con sus estudios sobre la
psicología de la infancia y sus ideas acerca de la educación
funcional; del suizo Adolphe Ferrière (1879-1960), quien, además de
fundar la Oficina Internacional de las Escuelas Nuevas en 1899, con
sede en Ginebra, desarrolló una intensa actividad divulgativa de la
Escuela Nueva en Europa y logró sintetizar y articular en el plano
internacional distintas corrientes pedagógicas que tenían en común la
preocupación por el niño; así como las aportaciones de dos ilustres
representantes de la llamada pedagogía social en Francia: Roger
Cousinet (1881-1973), con su método de trabajo libre por grupos,
concebido para desarrollar una forma de socialización en sintonía
plena con las exigencias del libre desarrollo del niño, y Célestin
Freinet (1896-1966), con sus propuestas y experiencias acerca de la
tipografía escolar, el uso del texto y el dibujo libre, la
correspondencia interescolar, el libro de la vida, entre otras.
(Abbagnano y Visalberghi, 1996)
Por
último, es preciso referir otros aportes importantes a la Escuela
Nueva desde la perspectiva de la corriente científica, entre ellos,
los provenientes de la denominada pedagogía experimental –con el
impulso fundamental de Binet, su fundador– y de la psicología
genética con los trabajos de Piaget y Wallon, por ejemplo.
3. Institucionalización y órganos de expresión de la Escuela Nueva
Los
aportes a este movimiento pueden ser considerados en otro plano: en
el de la institucionalización y de los órganos de los cuales se
sirvió para difundirse en cada uno de los países y en el ámbito
internacional. Ya referimos los esfuerzos en tal sentido de Ferrière,
al crear la Oficina Internacional de las Escuelas Nuevas, con la
cual se intentó establecer las condiciones que debían tener los
establecimientos educativos para que pudiesen utilizar la denominación
de escuela nueva. Asimismo, hay que mencionar las iniciativas de éste
de fundar en Calais la Ligue Internationalle d’Éducation Nouvelle
en 1921 y la publicación del Boletín Pour l’ère Nouvelle para los
países de lengua francesa.
Otro vehículo de difusión de las ideas de la Escuela Nueva encontró
un espacio importante en el Instituto Libre de Enseñanza de España
(1877-1936), mediante el cual muchos de sus miembros “...mantuvieron
un contacto casi permanente con las ideas pedagógicas y de todo tipo
que en aquellos días se estaban gestando en los Estados Unidos, lo
mismo que en otros lugares del mundo hispanoamericano, especialmente
en la Argentina” (Paniagua Pérez, 2003, p. 11)
aqui encontraremos lo que es un libro de mucha utilidad
http://www.redalyc.org/pdf/356/35603508.pdf
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